viernes, 11 de agosto de 2017

CUANDO EL INSOMNIO Y EL ESTRÉS HACEN SU APARICIÓN !!!!

Una de las situaciones que más preocupan del estrés es el hecho de impactar a la persona sin ser ella muchas veces consciente de ello.

El tema adquiere hoy por hoy un carácter de especial atención que requiere un cuidadoso manejo.

La persona que sufre de estrés empieza a convertirlo en su forma de vida y poco a poco se acostumbra a él… “un enemigo silencioso”. 

El estrés puede estar haciendo estragos en la persona y ella no lo advierte. Por ello, conviene identificar los síntomas para poder reaccionar oportunamente antes de que él tome ventaja.

Veamos algunos síntomas que tienen que ver más con el comportamiento y que podríamos denominarlos de tipo conductual. Muy posiblemente los hemos sufrido alguna vez.

Uno de los síntomas más comunes es el Insomnio. Cuando con gran dificultad se logra conciliar el sueño, aparecen los pensamientos relativos a las preocupaciones que originan el posible estrés.
Las preocupaciones pueden generar una actitud negativa hacia los problemas y generar un nivel de ansiedad que dificulta aún más el logro de un sueño continuo y reparador.
  • Resultantes del estrés son también aquellos episodios de fuerte ansiedad que producen una sensación de no poder calmar con nada.
    • Y es cuando por ejemplo: 
      • La persona siente un deseo enorme de comer un dulce y otro dulce y otro, sin parar, generando incluso problemas de salud con el tiempo.
      • O qué decir de aquellos  fumadores, que sienten la necesidad urgente de un cigarrillo y a lo mejor otro y otro más, convirtiéndose en fumadores compulsivos.
      • O como aquellos casos en que se presentan episodios de miedo, temor, angustia, que se intentan calmar con un mayor consumo de comida, café e incluso hasta droga, generando adicciones difíciles de controlar.

  • Otro síntoma claro es el aislamiento. Una persona que podía ser considerada como bastante sociable, cambia su comportamiento y prefiere estar solo, cada vez con mayor frecuencia. La persona no se interesa por generar sinergia con el equipo de trabajo y se aisla completamente, lo cual plantea un signo de alerta importante.

  • Irresponsabilidad – Abandono. Aquellas situaciones en las que una persona que había sido muy responsable hasta el momento empieza a demostrar poca o ninguna preocupación por los compromisos adquiridos

  • Despreocupación. Casos como aquel en que una persona muy dedicada y entregada, empieza a demostrar signos de poca colaboración.
Pone de manifiesto un bajo interés por prestar ayuda o realizar un trabajo más allá de los horarios establecidos. Se le nota poco esfuerzo por entregar información o ayuda solicitada con anticipación suficiente para ser entregada en tiempo oportuno.

  • Otros síntomas que pudieran presentarse tienen que ver con tics nerviosos, risa nerviosa, tartamudeo 

  • Paranoia. Una situación que llega a preocupar es cuando la persona tiene una permanente sensación de persecución. Siente que todos están contra él, que como dicen, el jefe “se la tiene montada”, que los compañeros se están aprovechando de él, que todo le cae a él. En síntesis, percibe que se cometen muchas injusticias contra él.

Estos cambios y todos aquellos cambios de conducta notorios y repetitivos  requieren seguimiento. De esta manera podría determinarse si obedecen a una situación aislada, o si son síntoma de estrés. 

Esa evaluación debe estudiar cuidadosamente a qué pueden obedecer dichos cambios, si tienen que ver con algún problema de salud cuya enfermedad pueda estar o no identificada, o si obedece a una situación de estrés en la que la empresa tenga una importante participación. La comunicación es factor clave en estos casos.

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