Maltrato a las personas.
Muchas veces las empresas olvidan que los resultados son logrados por las
personas y en esa medida tienen la responsabilidad de proporcionarles los
medios que contribuyan a su mejor rendimiento. La frase “la gente es nuestro
principal activo” se escucha en muchas organizaciones, pero a la hora de la
verdad, se queda en palabras,
Contrariamente, las situaciones de maltrato, la ausencia de reales estímulos y la
falta de oportunidades para la gente, son el día a día en muchas empresas.
Inadecuada selección del
personal. Una buena selección del personal es uno de los pilares del éxito en una
organización. Sin embargo, en muchas ocasiones el reclutamiento de las personas
no responde a las competencias requeridas para el cargo, bien porque no se
siguen procesos muy profesionales, por falta de conocimiento ó experiencia en
el manejo de personal, o porque la contratación responde a devolución de
favores o a manejo de influencias, teniendo entonces sus repercusiones en el
posterior rendimiento individual.
Cuando estas situaciones se presentan, la productividad y buen desempeño
de los grupos de trabajo se ve afectada en muchas ocasiones por personas sin
las destrezas necesarias. Personas negativas, conflictivas y con total
desinterés para aportar a la organización afectan de manera importante al resto
del equipo, alterarando la buena dinámica del mismo, y dificultando la buena
empatía e interacción.
Diferencia en el trato a
alguno de los integrantes del grupo. Notar preferencias hacia
alguno de los miembros de un equipo de trabajo, p por ser recomendada de
alguien o porque sencillamente logra más empatía con el jefe, genera
disconformidad y desmotivación en el resto del equipo. Asimismo, el no escuchar
los planteamientos individuales, ni el dar oportunidades de participación a alguno
de los miembros del equipo lleva a desequilibrio dentro de éste. No tener en
cuenta la opinión del equipo de trabajo, es bastante desestimulante. Se carece
de una sinergia que potencialice realmente las competencias de los miembros del
equipo.
Falta de retroalimentación. La falta de una evaluación de desempeño que
permita al empleado identificar en que está fallando y cómo puede diseñar un
plan de acción que le permita corregir sus deficiencias o debilidades en el
cargo para lograr los objetivos o metas asignadas, es causal de estrés laboral.
Ausencia de instrucciones claras y precisas. La falta de
información puede generar errores en la realización de tareas afectando el buen
desempeño de los empleados y generando estrés en los involucrados. Las personas
pueden requerir de más tiempo para llevar a cabo el trabajo, la calidad del
mismo se afecta, el tener que repetir un trabajo es desgastante y desmotivador,
la imagen del empleado y del área a la que pertenece se ve deteriorada y el
clima laboral se desarmoniza.
Falta de orientación. La falta de
acompañamiento cuando la tarea asignada supera la capacidad o preparación de
una persona, es decir, cuando las exigencias son superiores a la capacidad del
empleado, es causa de intranquilidad y angustia que se convierten finalmente en estrés.
Sobrecarga de trabajo. Situaciones en las que no se tiene en
cuenta al empleado, o en las que no hay un apoyo con recursos, ni son tenidos
en cuenta los tiempos, ó que no hay un reconocimiento o estímulo para
desempeñar el trabajo, dan a entender lo poco que los empleados como personas le
interesan a la organización. Esto obviamente genera situaciones de estrés difíciles
de manejar por las repercusiones en el desempeño del cargo.
Falta de criterios de medición para identificar
cómo ha sido la gestión del trabajador, y facilite el establecimiento de correctivos
y de evaluación a cada persona de manera objetiva.
Desigualdad de exigencias a nivel del equipo. Cuando no se
asignan tareas de manera justa y equitativa dentro de cargos con funciones
similares, o cuando se percibe claramente la falta de objetividad, crea un mal
precedente en el grupo de trabajo y afecta las relaciones de los miembros del
equipo entre si
Ausencia de reconocimiento a importantes esfuerzos con satisfactorios resultados. Cuando quien se
lleva los aplausos es otra persona diferente a quien realizó el trabajo, o
cuando definitivamente no existen los reconocimientos para un equipo de trabajo
que se ha esforzado crea demotivación y generación de estrés que ocasiona un
mal ambiente de trabajo
Inequidad salarial. Situaciones en donde bien sea por cuestión
de genero, afinidad con los jefes, etc. que se aprecian de manera continuada, crean
desmotivación entre las personas afectadas que no facilita la buena interacción
de todo un equipo de trabajo ni la motivación necesaria para el desarrollo de
nuevas iniciativas.
Pocas o ninguna oportunidad de desarrollo y crecimiento
dentro de la empresa. Ascensos por roscas. Cuando no hay equidad ni respeto por
las personas, no se proyecta un plan de carrera dentro de la empresa, ni
tampoco se contempla la posibilidad de ocupación de nuevos cargos por personas
dentro de la organización que puedan competir con candidatos externos, genera
bajo sentido de pertenencia que afecta el compromiso y dedicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario