martes, 17 de abril de 2018

ALGUNOS CONSEJOS PARA CONTRARRESTAR EL ESTRÉS – Parte 1



El estrés se nos pone de manifiesto de distintas maneras. Comer de manera desaforada, incorporar tics que no son usuales en nuestro comportamiento habitual, sufrir de un nivel alto de ansiedad o nerviosismo, o no lograr conciliar el sueño, son algunas de las muchas  situaciones que nos dan indicio de que podemos estar padeciendo de estrés.
Son muchas las ocasiones en que es inevitable sufrir de estrés, pero algo importante es controlarlo. Y para ello, un aspecto fundamental es reconocer que estamos siendo víctimas de éste. Un elevado número de personas a pesar de manifestar ciertos síntomas se niegan a aceptarlo y definitivamente no reconocen que estén siendo afectados por el estrés.   
Pero somos nosotros quienes más conocemos nuestro cuerpo. Cuando estamos frente a un episodio de estrés es conveniente ir hacia atrás y revisar que lo produjo. Es necesario identificar si el estrés sufrido es producto de una acumulación de hechos o si se trata de una situación aislada, responsable de manera inmediata de un episodio de estrés.
El desencadenante puede ser ocasionado por problemas de tipo personal, familiar o laboral. Y éste puede manifestarse en  síntomas físicos, mentales o emocionales.  Como ya lo vimos en blogs anteriores, puede tener sus consecuencias, de igual manera, físicas, mentales o emocionales que afectan sustancialmente las relaciones consigo mismo, con el trabajo, con su familia o con allegados.
La aceptación de los hechos estresantes facilita que ellos puedan ser asimilados y que encontremos una rápida y exitosa salida.
Hacer una pausa y aplicar una gran dosis de paciencia, nos permite aceptar más fácilmente que si se presenta un problema o una situación generadora de estrés que nos afecte física, mental o emocionalmente, requiere de un plan de trabajo que parta de entender que esa situación puede presentar estrés y que no se gana nada con dejarse absorber por él.
Se requiere entender que es un error tomar decisiones de manera reactiva. Cualquier situación estresante debe abordarse con calma y evaluar dónde estuvo el error, si es que se trató de un error, o si es que algo está generando ansiedad, por qué se presentó, qué se puede hacer para que ello no se presente o para afrontar adecuadamente estas situaciones cuando aparecen. 
El impacto de los episodios de estrés repetitivos puede ser muy fuerte y tener importantes consecuencias. No solo afectan la forma en que se le de manejo a los problemas, que como se ha insinuado, obviamente no será igual que si el problema se asume con calma y consciente de las decisiones que se toman.
El control de las situaciones estresantes permitirá manejar de manera más creativa y recursiva la situación, encontrar más fácilmente soluciones, prepararse para enfrentarlas o anticiparse a futuros inconvenientes generadores de estrés.
En síntesis, la diferencia está entre dejarse agobiar y sumar confusión y angustia, reduciendo la posibilidad de ver con claridad, o de aceptar los hechos y despejar la mente para generar alternativas de solución más asertivas en un momento dado.
Luego de identificar las situaciones que le generan estrés, evalúe la conveniencia de exponerse a ellas y la frecuencia con que ello ocurre.
En muchos casos hay situaciones que nos generan reto y que no importa lo que nos produzcan en el momento, nos sentimos capaces de superarlas con éxito,  damos mayor peso a esa sensación de logro y de gozarnos esa satisfacción que produce el resultado.
Otras situaciones son aquellas que producen adrenalina que nos causan nervios, pero mucha emoción de llevarlas a cabo. Se convierten en una interesante experiencia.
Pero hay otros casos que nos producen de cierta manera un desgaste permanente, como puede ser entre muchas otras, un ambiente laboral pesado, un tipo de trabajo que definitivamente no es para nosotros, el estar rodeados de personas conflictivas, o el exponernos a situaciones generadoras de estrés que no nos permiten ser felices sino que por el contrario nos generan malestar, ansiedad, preocupación y angustia.
Si los eventos generadores de estrés nos afectan negativamente y están bajo nuestro control es conveniente evitarlos, o tomar medidas para contrarrestar tales situaciones, pues si bien es cierto todos estamos expuestos a estrés en diferentes momentos, de presentarse repetitivamente terminan lesionando nuestra salud, y es cuando con mayor razón debemos aprender a dar manejo. El seguimiento es muy importante si queremos trabajar en autocontrol.

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