viernes, 15 de septiembre de 2017

IDENTIFICANDO UNA ORGANIZACIÓN ESTRESADA


El entorno en que se mueve la empresa, la agresividad de los competidores, la dificultad de la organización para adaptarse a los cambios, la cultura de la empresa, son situaciones que permiten sacar claras conclusiones.
 
Los proveedores, clientes y distribuidores por ejemplo, pueden llevarse una imagen de la empresa, sin necesidad de estar dentro de la ella. Esto se da básicamente a través de lo que proyecta en sus comportamientos con las obligaciones que adquiere, por sus procesos, por la  seriedad de los requerimientos y el cumplimiento de sus obligaciones, etc.,
 
Hay empresas en las que basta con observar su clima laboral para determinar que sufren de estrés. Éste se percibe en el ambiente, hay poca colaboración entre áreas, no hay buena conexión entre ellas, el trato de las personas entre sí no es el más cordial, hay mucha ansiedad y tensión laboral. La relación de los empleados es difícil, los problemas de comunicación son frecuentes y hay mucha desinformación. Los colaboradores sienten mucha presión.
 
De otra parte, estructuras organizacionales poco funcionales, con organigramas que reflejan continuos inconvenientes en su aplicación, la no existencia de perfiles de cargo ó falta de claridad en los existentes, sumado a un importante nivel de burocracia, relaciones que no fluyen adecuadamente, más bien caracterizadas por constantes conflictos y presiones, así como contínuos problemas de comunicación, dejan percibir los importantes niveles de estrés al interior de la organización.
 
No se observan oportunidades equitativas para la gente, hay más bien una lucha por el poder en todas las áreas, donde se mueven intereses y “roscas”, que afectan el buen desarrollo de los equipos y de las personas como tales.

 

Los empleados perciben una presión constante al no contemplar la real disponibilidad de recursos (llámense humanos, tecnológicos, financieros, etc.) para cumplir con los objetivos, a la hora de exigir tiempos y alcances.
Hay ausencia de claridad en las instrucciones impartidas y con frecuencia se cambia sobre la marcha. Se aprecia mucha improvisación que implica un enorme desgaste para los empleados. Se afecta por completo el manejo del tiempo del personal, hay una alta sobrecarga de trabajo (exceso de horas trabajadas en forma continua). El nivel de frustración es alto, aumenta la desmotivación y se reduce el rendimiento de los empleados.

Ligado a lo anterior, aumentan los accidentes de trabajo, los cuales dan lugar a un alto número de incapacidades y a un incremento del nivel de ausentismo. 
El panorama no puede ser peor. En las empresas estresadas los problemas del recurso humano dan lugar a un elevado índice de rotación del personal, con los inconvenientes que esto representa en costos y tiempos.
Una empresa estresada muestra baja coherencia en su forma de actuar con relación a su misión, a sus valores, a su estrategia corporativa, a sus recursos, a su cultura, etc.
Por otro lado, la falta de planeación obliga permanentemente a apagar incendios, así como la  diversidad de estilos de liderazgo mal manejados, y la poca consistencia entre los objetivos, las capacidades de las personas y los recursos se convierten en determinantes para diagnosticar que una empresa trabaja de manera estresada.
Son muchas las situaciones que de mantenerse en forma permanente en combinación con otras, permiten suponer que no se vive un buen ambiente al interior de la empresa y que puede estar afectada por un importante nivel de estrés.
Por último, conviene recordar que también una salud financiera deficiente de la empresa permite suponer una buena dosis de estrés.
Veamos algunas: Un resultado pobre de manera continuada, pronósticos de ventas que no se cumplen, pedidos que disminuyen en número o en cantidad de productos solicitados, quejas y reclamos que se incrementan, pérdida constante de  clientes importantes, dificultad para pagar las deudas a proveedores, disminución del flujo de caja, mala utilización de los recursos, activos improductivos, inventarios que no rotan bien porque las ventas disminuyen ó por una mala planificación, obligaciones que sobrepasan la capacidad de pago, problemas con el recaudo de cartera, (aumento de la cartera, incremento de días de cartera, etc.). La presión por recuperar alguno de estos resultados es una fuente muy importante de generación de estrés.
Nada recomendable trabajar en una empresa en estas condiciones, verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario